Estructuras primarias. O lo que es lo mismo, el arte minimal, escultura principalmente. Colores puros, formas simples y geométricas, superficies planas. Orden y claridad. Repetitivismo. Justamente, lo opuesto a la preciosa acuarela de la portada. Todas estas ideas son las que sirven de inspiración para la excepcional música de GAUSS.

GAUSS (nombre de un matemático, físico y astrónomo alemán) es un proyecto que nació en 1996, paralelo a PROZACK (otro proyecto de Juan Carlos Ordóñez, también en la nómina de Stereophonic Elefant Dance Recordings) pero muy diferente de éste. El contenido de este primer disco de GAUSS lo forman piezas danzables (se pueden pinchar perfectamenteen clubes) compuestas fundamentalmente con la ayuda del sampler, y que se apartan un poco de la música (algo recurrente ya) que podemos escuchar normalmente en las discotecas.

Podemos llegar a definir este disco por eliminación: no es techno, por supuesto no es trance, ni acid, ni tampoco exactamente house (aunque es a lo que más se acerca). Es música bailable pero lenta (no sobrepasa los 115 b.p.m.), sobria, profunda, hipnótica, repetitiva. Se podría definir (aunque el etiquetado siempre es odioso, y más aún dentro del techno) como deep house geométrico y minimal. Extremadamente geométrico y racional unas veces ("Estructura"), profundo y planeador otras ("Cúmulos", "Esencia"). En definitiva, música fría, muy fría, gélida, que en el último tema ha contado con la ayuda en la composición de SILVANIA.

Influencias musicales de GAUSS podrían ser desde músicos contemporáneos como Steve Reich o Terry Riley, hasta el techno-house de vanguardia que procede fundamentalmente de Alemania (de sellos como Ladomat, Chain Reaction, Studio 1…). Pero en este caso las influencias son lo de menos, cuando nos encontramos ante un trabajo tan personal.