SALAKO son un trío (Luke Barwell, James Waudby, Tom Spencer) procedentes de la pequeña ciudad británica de Hull, que hasta ahora sólo era recordada por ser el hogar de los añorados HOUSEMARTINS. Graban para el sello Jeepster (BELLE AND SEBASTIAN, LOOPER, GENTLE WAVES) y hasta la fecha han publicado dos álbumes: "Re-inventing punctuation" y "Musicality"; el primero de ellos fue escogido por la dirección de "Viaje a los sueños polares" como mejor álbum internacional de 1998. Se han acercado en dos ocasiones a tocar a nuestro país: en Junio del 99 para participar en una fiesta organizada por "Viaje a los Sueños Polares" y la red de emisoras europeas Euromuse -junto al grupo de Elefant NIZA-, y en Agosto tocaron en el festival de Benicassim.

SALAKO son un grupo muy especial: en su contrato discográfico se exige a su compañía que "libere a una nutria en el bosque" cada vez que se edite un nuevo álbum del grupo; por otra parte pocos grupos exigen como especificación técnica en sus conciertos que haya "monedas de oro cuidadosamente escondidas por la sala". Graban siempre en el dormitorio de Luke, ya que así se sienten más cómodos que en un estudio profesional. Claro que a veces graban en la playa, o en el quiosco en el que trabaja James.

Pero lo que les hace realmente especiales son sus canciones: comparar su sonido con el de cualquier otro grupo sería una ofensa a su personalidad e inventiva: su orfebrería sonora -en la que el más pequeño detalle está cuidado al milímetro- no tiene parangón en el panorama británico actual. Para colmo, son increiblemente prolificos (de hecho fueron fichados por Jeepster tras recibir durante una temporada dos canciones nuevas del grupo cada semana) y sus dos álbumes están literalmente repletos de temas redondos.

En este single se abre con "Look right", una de los mejores cortes de "Musicality", el segundo álbum de SALAKO. Su melodía principal y el arreglo de viento que cierra la canción son sencillamente perfectos. Le acompañan tres cortes inéditos, en los que el grupo se muestra tan inspirado y brillante como en sus álbumes: guitarras acústicas, arreglos y desenlaces inesperados, sintetizadores añejos, y una voz delicada y espiritual conforman el mundo hiper-personal, excéntrico y definitivamente genial de SALAKO.